viernes, 8 de febrero de 2008

la maldición del faraón



Por fin hemos hecho un descubrimiento

maravillosos en el valle. Stop. Magnífica
tumba con sellos intactos. Stop. Volvemos
a cubrir hasta que llegues. Stop.
¡Enhorabuena!
( Telegrama enviado por Howard Carter a lord Carnarvon
el 6 de noviembre de 1922)





Tras seis años de intenso trabajo de excavación en el valle de los Reyes, el arqueólogo inglés Howard Carter había dado, al fin, con la entrada a una tumba. ¿ La tumba de Tutankamón?
Aunque no lo sabía seguro envió el telegrama a su mecenas, Carnarvon, rogándole que acudiera a Egipto lo antes posible. Volvió a cubrir la tumba y esperó ansioso, sin dormir apenas por las noches, a que Carnarvon llegara.

Carter y Carnarvon vivieron uno de los máximos triunfos de la historia de la arqueología; una vez que hubieron franqueado el último de los 16 escalones que llevaban al interior de la tumba, se encontraron con una entrada tapiada... que tenía el emblema real de Tutankamón.

Cuando tropezaron con la segunda entrada, tomaron una palanca y abrieron un agujero en la obra de mampostería de tres mil años de Antiguedad, y a través de él contemplaron algo que les dejó sin habla: iluminado por la tenue luz de una vela estaba uno de los mayores tesoros descubiertos en Egipto, entre ellos un trono de brillantes colores (1355-1342 a.C.), regalo de su esposa a Tutankamón, descrito por Carter como " lo más bello que se ha encontrado nunca en Egipto", y el descubrimiento en sí lo describió como " lo más extraordinario que Tutankamón hizo en sus 18 años de reinado fué morir y ser enterrado".

--- la maldición del faraón---

Esta maldición acarreaba la muerte a cualquiera que perturbara el descanso del rey muerto.
Curiosamente lord Carnarvon y su esposa murieron poco después de descubrirse la tumba, igual que otras personas que habían estado presentes al descubrirse la tumba y abrirla.

En 1930, el único miembro del equipo original de escavación que quedaba con vida era el propio Carter, que resultaba indiferente al rumor de que la maldición había acabado con la vida de sus compañeron de excavación. Después de todo, no había en la tumba ninguna inscripción que recogiera esa " maldición del faraón". No obstante, a parte de las invenciones de la prensa algo de cierto si que había :
la ciencia ha revelado que al abrir las tumbas, quienes lo hacían se exponían a un hongo infeccioso que está presente en los cuerpos en descomposición. Puede que esto tuviera algo que ver con la misteriosa serie de muertes que siguieron al descubrimiento de la tumba de Tutankamón.




3 comentarios:

Choben dijo...

Curiosamén, ixas granizas fuesas son as onicas marabiellas d'o mundo que encara i remanen. Por atro costau, dica a construczión d'a torre eiffel estión as obras feitas por umanos más grans d'o mundo.

Mesmo en istos diyas se son descubrindo nuebos tunels en piramides y bellas inscripzions endican que bi ha cosas que encara no son escubiertas.

Sin duda, muitos feitos que fan un ambién propizio ta que se achunten y se confundan, reyalidat y ficzión, fanatasía y mito con o feito propiamén, en o país echipzio.

Anónimo dijo...

jodo que pedazo de blog, muy currao eh, el cortar y pegar va que vuela. bueno te firmo a pesar de que no entiendo nada de lo que pone, lo podias escribir en gallego que alomejor me enteraba de algo... o no...jajajaj

Ladynere dijo...

La semana pasada me leí el Muy Interesante de Egipto de este mes ;)
Me encanta tu blog, interesantísimo, guapa!